martes, 26 de abril de 2022

Funciones vitales de los animales


FUNCIÓN DE NUTRICIÓN

En la función de nutrición, los animales consiguen materia y energía para poder crecer y mantenerse. Al ser seres heterótrofos, los animales necesitan a otros seres vivos, ya sean animales o plantas, para obtener la materia orgánica y la energía. Pero esta función en animales no termina aquí. Comienza con la digestión y asimilación de los nutrientes, no obstante, una vez que éstos son absorbidos pasan al sistema circulatorio, llevando el alimento a todos los órganos del cuerpo y a sus células.

Éstas realizarán la respiración celular, convirtiendo los nutrientes en energía. Todo lo que las células ya no necesitan, vuelve al sistema circulatorio y, de aquí, al aparato excretor. Éste elaborará la orina que deberá ser expulsada del cuerpo junto a las heces (materia orgánica no absorbible que sale del sistema digestivo).

Por lo que, podemos decir que la función de nutrición tiene varias etapas: ingestión de alimentos, digestión, respiración celular y excreción. Además, la propia respiración de los animales, la que se lleva a cabo a través de los pulmones o branquias, también es necesaria para realizar la función de nutrición.


FUNCIÓN DE RELACIÓN O INTERACCIÓN

Todos los animales deben relacionarse con el medio o con otros seres vivos, de su especie o de cualquier otra. Si esto no ocurre, si un animal no es consciente del medio en el que vive y no responde a los estímulos y cambios que pueden suceder, no podrá sobrevivir.

De igual forma, debe relacionarse consigo mismo y detectar los cambios que ocurre en su interior. Por tanto, los cambios o estímulos que un animal experimenta pueden ser externos o internos:

  • Externos: son los cambios que ocurren fuera del cuerpo. Existen de todo tipo, desde sonidos u olores hasta visualizar a un depredador que intenta cazarlo o el celo en ciertos animales que, según las horas de luz que tiene el día y la temperatura que haga, entrarán en celo o no.
  • Internos: son los cambios o estímulos que provienen del interior del animal. Por ejemplo, sensación de frío, calor, hambre, sueño, etc. La mayoría de estos estímulos están marcados por el reloj biológico.

FUNCIÓN DE REPRODUCCIÓN
Todas las funciones son igualmente importantes para la supervivencia de un animal, pero la función de reproducción tiene la cualidad de ser la única que permite la continuidad de una especie y que los genes de un individuo perpetúen una vez que éste haya muerto. Existen dos tipos de reproducción, la sexual y la asexual. Hay especies que sólo se reproducen sexualmente y otros que pueden hacerlo asexualmente.
  • Reproducción sexual: es necesaria la presencia de dos células sexuales, una masculina y otra femenina. Casi todas las especies animales tienen este tipo de reproducción, por lo que se necesita una hembra y un macho o dos individuos hermafroditas (como ocurre con los caracoles) para que se puede realizar esta función.
  • Reproducción asexual: no necesita de dos individuos con sexos diferenciados, un solo animal produce descendencia idéntica genéticamente a él.

En el reino animal encontramos varios tipos de reproducción asexual:
  • Gemación: un animal adulto produce una gemación que al crecer genera otro individuo independiente. Las esponjas marinas y algunas medusas tienen este tipo de reproducción.
  • Fragmentación: una parte del animal original se secciona, se separa y crece de manera independiente, creando un nuevo ser. Las estrellas de mar son un buen ejemplo.
  • Partenogénesis: a raíz de una célula germinal femenina no fecundada y bajo determinadas circunstancias se desarrolla un embrión que produce un animal idéntico a su madre. Algunos insectos (hormigas o abejas), peces y reptiles realizan partenogénesis. La descendencia es exclusivamente hembra, al no intervenir una célula germinal masculina.


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